María Rivas comenzó a cantar profesionalmente en los pubs caraqueños a mediados de la década de los 80, luego se muda a la isla de Aruba, y durante casi tres años presentó en hoteles de la zona su concierto titulado "Viaje Sentimental a través del Jazz".
Al regreso a Venezuela, a principios del 90, comenzó a presentarse en los teatros y locales más importantes de Caracas y en las principales ciudades del pais, obteniendo importantes logros, como llenar durante tres dias consecutivos sala Rios Reyna del Teresa Carreño, a finales del mismo año de su regreso.
Su expresión, dinamismo, afinación y espontaneidad al interpretar temas en español, inglés y portugués la reconocen como una de las voces más versátiles de Latinoamérica según el maestro y compositor venezolano Aldemaro Romero.
Sus composiciones por la defensa del ambiente natural la hicieron lider ecologista y merecedora del primer premio de su carrera artística, el William H. Phelps, en defensa del Ambiente.
Desde 1990, María Rivas ha grabado 5 discos, Primogénito, de allí su primer éxito "El Motorizado"; su segundo disco Manduco, realizado en 1992 incluye el éxito que definitivamente cambió la carrera de María, el tema del mismo nombre "Manduco", canción rítmica y contagiosa que fusiona el rico sabor de las costas latinoamericanas, manteniéndose este suceso en los diez primeros lugares del "Billboard" venezolano por casi un año.
María Rivas a lo largo de su carrera ha recibido los más prestigiosos premios en Venezuela y Brasil. Ha compartido escena e interpretado junto a ellos, con músicos de la talla de Pablo Milanés, Juan Luis Guerra, Paquito De Rivera, Zimbo Trio del Brasil, Arturo Sandoval, Rubén Blades, La Orquesta Sinfónica de Venezuela y la Gran Mariscal de Ayacucho bajo la dirección de Eduardo Marturet, Aldemaro Romero y Eduardo Sanglinveni.
María Rivas es una menuda catira ojos claros que se siente "negra por dentro, y bien negra". Hija de gallega y de papá oriental, de Caicara de Maturín, "indio,lleva en su sangrea una mezcla de razas, como me decía él, de la estirpe chaima de las Cuevas del Guácharo", por sus venas también corre sangre negra de la península de Araya. Con 45 años confesos sin rubor, está de plácemes por el lanzamiento de su nueva producción que lleva por nombre Acuador. Un disco producido por Miguel Chacón, al que cataloga de autobiográfico y que le llevó dos años cocinarlo hasta lograr la sazón deseada. "El proceso político del país me hizo esperar el mejor momento", aclara. El nombre del disco lo buscó en el zodíaco, y es el que representa a los nacidos a comienzos de año. "Yo soy acuario".
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