Sencilla, como una muchacha más de entre las cientos que deambulan por Las Mercedes, y con un extraño e indefinible acento que a veces deja escapar algo del caraqueño, así se presenta Mariana Vega. La gran carta bajo la manga es que su disco debut se encuentra en tercer lugar en el top Recorland de ventas, por debajo de Luis Miguel y Olga Tañon
“Hasta ahora creo que vamos bien”, dice sonriente esta “chama” de apenas 22 años. La carrera de Mariana Vega comenzó fruto de la casualidad gracias a una boda, un demo y un importante oyente, hoy por hoy está decidida a echar el cronómetro atrás y comenzar todo desde cero, otra vez.
La reciente firma con la compañía Warner Music México la llevará a vivir en ese país por un año o más, para enfrentar la titánica tarea de conquistar la puerta de Latinoamérica.
–¿Cómo ha cambiado tu vida desde que todo esto comenzó?
–Gracias a Dios, no ha cambiado mucho. Estuve en Canadá, me gradué allá y cuando me mudé a Miami – ya con el proyecto musical–, era cuestión de sentarme alrededor de músicos y componer, hacer las canciones, centrarme en la preproducción del disco. En ese mundo me he movido, siempre en círculos pequeños. La diferencia es que ahora estoy haciendo lo que me gusta. Creo que tengo posibilidades de vivir de esto, cosa que nunca había pensado antes. Estamos trabajando muy duro para eso y que sea lo que venga, si me tengo que ir a México o a Argentina, lo haré.
–Vas a reeditar el disco en México, ¿Qué cambios incluye con respecto al que conocemos en Venezuela?
–Es casi lo mismo, hay un tema que no va, -”Ni tu ni nadie”-, y se incluirán cuatro piezas. Eso sí, todos los arreglos son nuevos. Estas cuatro canciones están en mi repertorio hace tiempo, pero por cuestiones de tiempo y dinero no nos dio chance de meterlas en el disco de acá.
–Sergio Pizzolante, uno de tus representantes, está ligado al Latin American Idol. ¿Por qué no comenzar por allí?
–A Sergio fue a quien le entregaron mi demo. Tres semanas después, me llamó para decirme la verdad, que siempre me ha dicho: que no tiene los contactos pesados porque nunca ha sido manager, pero que tiene muchas ganas de apoyarme y trabajar en mi proyecto. Me preguntó si quería participar en el LAI y le dije que no, porque no quiero que me conozcan cantando canciones y ya. Deseo hacer un disco con mis propias canciones, no ser intérprete.
–¿Qué te parecen los realitys?
–La fama nunca ha sido mi meta. Quería grabar mis canciones y si le gustaban a alguien y compraban ese disco, me harían feliz, pero ser famosa nunca fue la gasolina que me llevo a esto. Los realitys me parecen una ventana muy buena para la exposición de los artistas; aquí en Venezuela tengo entendido que las más recientes audiciones del LAI fueron espectaculares, hay una gran cantidad de talento escondido.
–¿Cantarás temas en inglés?
–Eso no está en los planes por ahora. Me pasó mucho cuando vivía en Canadá, compuse en ese idioma porque si les cantaba canciones a mis amigos, quería que entendieran algo, pero nunca se me dio igual. El inglés creo que limita muchísimo a la hora de componer. Es un idioma muy lindo y tiene frases que nosotros no tenemos, pero nunca me he sentido cómoda escribiendo en esa lengua.
–¿En qué etapa de tu disco estás ahora?
–Estamos en la preproducción revisando los arreglos musicales y los músicos que vamos a usar, es un proceso lento. Siempre estoy metida escuchando lo que dicen, la verdad que a estas alturas estoy muy novata como para opinar. Si hay algo que no me gusta lo digo y ya, pero ahora soy como una esponja. Más adelante, me encantaría meterme de lleno en la producción, pero me falta mucho por aprender.
–¿Estarás radicada en México?
–Acá vendré para presentaciones y ese tipo de cosas, pero estaré viviendo allá. Luego de la grabación seguiremos con algunos videos para tenerlos listos; esperamos salir en enero, todavía falta mucho. El problema es que los artistas consagrados sacan discos en octubre y noviembre; si uno nuevo saca un CD para esas fechas, no tiene vida.
–Háblame de tus influencias musicales.
–Me encanta Silvio Rodríguez; si bien nuestros géneros son totalmente distintos, me encantaría algún día escribir algo como él. Crecí escuchando a Alanis, The Cranberries, The Cure, The Police. Me encanta además la música llanera, que por cierto me ha ayudado mucho a escribir de despechos; es que ese género es todo un puñal.
–De los nacionales…
–Me encantaría trabajar con Gustavo Dudamel; estoy esperando tener varios discos y mucho repertorio para poder decirle: “mira, vamos a hacer un disco sinfónico”, y lo digo en todas las entrevistas a ver si me escucha. Lo veo en todos los videos de Youtube y es súper emocionante, se me paran los pelos. Y Franco de Vita, por supuesto.
–¿Cuál es la diferencia generacional entre Shakira y tú?
–El rango de 14 años en adelante no conoce a la Shakira de los inicios, con la que me comparan; es otro estilo, otra cosa. Creo que después de la muerte de Soraya y el cambio de su compatriota quedó un nicho vacío en Latinoamérica de ese tipo de cantantes. Me encanta Julieta Venegas, quien también hace un gran trabajo, pero creo que hay un hueco en el rock acústico femenino que espero podamos llenar con talento nacional.
–¿Qué te ha parecido lo más difícil hasta ahora?
–La verdad, gracias a Dios, todo ha ido fluyendo. Imagino que los cambios difíciles vendrán ahora; la promoción en México, por ejemplo. Aquí, cuando empecé, estaba en mi país, e igual sentía que tenía un contacto natural con la gente. Pero allá será comenzar y competir en un mercado tan duro con los extranjeros.
–¿Estás preparada para tanta fama?
–(Carcajadas) Estoy preparada para no tenerla y para que me cueste.
–¿Cómo y cuándo compones?
–Me despierto con ganas de escribir, con ganas de decir algo. Paso el día pensando y me siento con la guitarra, y entonces comienzan a salir cosas. No puedo forzarme porque no va a salir nada; hay veces que te sale la música primero y luego la letra o viceversa, es cuestión de que lo sientas.
–¿Cómo es la relación con la disquera?
–Hasta ahora, todo va súper bien. No he tenido ese problema de sentirme forzada a entregar un producto; llegamos con algo ya en las manos, ellos sabían lo que había. Lo bueno es que no he sentido nunca que estoy sacrificando lo que quiero hacer por pegar, espero que eso no ocurra. Todo ha sido “me gusta, te gusta”, y vamos bien. No sé cómo he llegado a tener tanta suerte. Esta disquera, de las grandes, es la más pequeña. Tenemos una subdivisión que maneja a dos artistas: a Ximena Sariñana (mexicana) y a mí. Entonces es personal y más directa la relación.
–¿Cuáles son tus metas como artista?
–A mediano plazo quiero entrar a México y pegar allá, dejar el nombre de Venezuela bien en alto, y a largo plazo vivir de la música, sea como cantante, productora o compositora.
–¿Qué crees que pasa con los venezolanos en el exterior?
–Creo que el problema viene de adentro. Considero que estamos pasando por un buen momento, la gente está apoyando al talento nacional, no sé si es por ley o qué, pero ojalá el resultado sea el mismo de los años 80, cuando había un Yordano, un Franco de Vita o un Ilan Chester.
“Hasta ahora creo que vamos bien”, dice sonriente esta “chama” de apenas 22 años. La carrera de Mariana Vega comenzó fruto de la casualidad gracias a una boda, un demo y un importante oyente, hoy por hoy está decidida a echar el cronómetro atrás y comenzar todo desde cero, otra vez.
La reciente firma con la compañía Warner Music México la llevará a vivir en ese país por un año o más, para enfrentar la titánica tarea de conquistar la puerta de Latinoamérica.
–¿Cómo ha cambiado tu vida desde que todo esto comenzó?
–Gracias a Dios, no ha cambiado mucho. Estuve en Canadá, me gradué allá y cuando me mudé a Miami – ya con el proyecto musical–, era cuestión de sentarme alrededor de músicos y componer, hacer las canciones, centrarme en la preproducción del disco. En ese mundo me he movido, siempre en círculos pequeños. La diferencia es que ahora estoy haciendo lo que me gusta. Creo que tengo posibilidades de vivir de esto, cosa que nunca había pensado antes. Estamos trabajando muy duro para eso y que sea lo que venga, si me tengo que ir a México o a Argentina, lo haré.
–Vas a reeditar el disco en México, ¿Qué cambios incluye con respecto al que conocemos en Venezuela?
–Es casi lo mismo, hay un tema que no va, -”Ni tu ni nadie”-, y se incluirán cuatro piezas. Eso sí, todos los arreglos son nuevos. Estas cuatro canciones están en mi repertorio hace tiempo, pero por cuestiones de tiempo y dinero no nos dio chance de meterlas en el disco de acá.
–Sergio Pizzolante, uno de tus representantes, está ligado al Latin American Idol. ¿Por qué no comenzar por allí?
–A Sergio fue a quien le entregaron mi demo. Tres semanas después, me llamó para decirme la verdad, que siempre me ha dicho: que no tiene los contactos pesados porque nunca ha sido manager, pero que tiene muchas ganas de apoyarme y trabajar en mi proyecto. Me preguntó si quería participar en el LAI y le dije que no, porque no quiero que me conozcan cantando canciones y ya. Deseo hacer un disco con mis propias canciones, no ser intérprete.
–¿Qué te parecen los realitys?
–La fama nunca ha sido mi meta. Quería grabar mis canciones y si le gustaban a alguien y compraban ese disco, me harían feliz, pero ser famosa nunca fue la gasolina que me llevo a esto. Los realitys me parecen una ventana muy buena para la exposición de los artistas; aquí en Venezuela tengo entendido que las más recientes audiciones del LAI fueron espectaculares, hay una gran cantidad de talento escondido.
–¿Cantarás temas en inglés?
–Eso no está en los planes por ahora. Me pasó mucho cuando vivía en Canadá, compuse en ese idioma porque si les cantaba canciones a mis amigos, quería que entendieran algo, pero nunca se me dio igual. El inglés creo que limita muchísimo a la hora de componer. Es un idioma muy lindo y tiene frases que nosotros no tenemos, pero nunca me he sentido cómoda escribiendo en esa lengua.
–¿En qué etapa de tu disco estás ahora?
–Estamos en la preproducción revisando los arreglos musicales y los músicos que vamos a usar, es un proceso lento. Siempre estoy metida escuchando lo que dicen, la verdad que a estas alturas estoy muy novata como para opinar. Si hay algo que no me gusta lo digo y ya, pero ahora soy como una esponja. Más adelante, me encantaría meterme de lleno en la producción, pero me falta mucho por aprender.
–¿Estarás radicada en México?
–Acá vendré para presentaciones y ese tipo de cosas, pero estaré viviendo allá. Luego de la grabación seguiremos con algunos videos para tenerlos listos; esperamos salir en enero, todavía falta mucho. El problema es que los artistas consagrados sacan discos en octubre y noviembre; si uno nuevo saca un CD para esas fechas, no tiene vida.
–Háblame de tus influencias musicales.
–Me encanta Silvio Rodríguez; si bien nuestros géneros son totalmente distintos, me encantaría algún día escribir algo como él. Crecí escuchando a Alanis, The Cranberries, The Cure, The Police. Me encanta además la música llanera, que por cierto me ha ayudado mucho a escribir de despechos; es que ese género es todo un puñal.
–De los nacionales…
–Me encantaría trabajar con Gustavo Dudamel; estoy esperando tener varios discos y mucho repertorio para poder decirle: “mira, vamos a hacer un disco sinfónico”, y lo digo en todas las entrevistas a ver si me escucha. Lo veo en todos los videos de Youtube y es súper emocionante, se me paran los pelos. Y Franco de Vita, por supuesto.
–¿Cuál es la diferencia generacional entre Shakira y tú?
–El rango de 14 años en adelante no conoce a la Shakira de los inicios, con la que me comparan; es otro estilo, otra cosa. Creo que después de la muerte de Soraya y el cambio de su compatriota quedó un nicho vacío en Latinoamérica de ese tipo de cantantes. Me encanta Julieta Venegas, quien también hace un gran trabajo, pero creo que hay un hueco en el rock acústico femenino que espero podamos llenar con talento nacional.
–¿Qué te ha parecido lo más difícil hasta ahora?
–La verdad, gracias a Dios, todo ha ido fluyendo. Imagino que los cambios difíciles vendrán ahora; la promoción en México, por ejemplo. Aquí, cuando empecé, estaba en mi país, e igual sentía que tenía un contacto natural con la gente. Pero allá será comenzar y competir en un mercado tan duro con los extranjeros.
–¿Estás preparada para tanta fama?
–(Carcajadas) Estoy preparada para no tenerla y para que me cueste.
–¿Cómo y cuándo compones?
–Me despierto con ganas de escribir, con ganas de decir algo. Paso el día pensando y me siento con la guitarra, y entonces comienzan a salir cosas. No puedo forzarme porque no va a salir nada; hay veces que te sale la música primero y luego la letra o viceversa, es cuestión de que lo sientas.
–¿Cómo es la relación con la disquera?
–Hasta ahora, todo va súper bien. No he tenido ese problema de sentirme forzada a entregar un producto; llegamos con algo ya en las manos, ellos sabían lo que había. Lo bueno es que no he sentido nunca que estoy sacrificando lo que quiero hacer por pegar, espero que eso no ocurra. Todo ha sido “me gusta, te gusta”, y vamos bien. No sé cómo he llegado a tener tanta suerte. Esta disquera, de las grandes, es la más pequeña. Tenemos una subdivisión que maneja a dos artistas: a Ximena Sariñana (mexicana) y a mí. Entonces es personal y más directa la relación.
–¿Cuáles son tus metas como artista?
–A mediano plazo quiero entrar a México y pegar allá, dejar el nombre de Venezuela bien en alto, y a largo plazo vivir de la música, sea como cantante, productora o compositora.
–¿Qué crees que pasa con los venezolanos en el exterior?
–Creo que el problema viene de adentro. Considero que estamos pasando por un buen momento, la gente está apoyando al talento nacional, no sé si es por ley o qué, pero ojalá el resultado sea el mismo de los años 80, cuando había un Yordano, un Franco de Vita o un Ilan Chester.
Nadie me dira Como quererte - Mariana Vega
Video de Háblame
No hay comentarios:
Publicar un comentario